“Las infraestructuras salvan vidas”. Con esta afirmación contundente, el presidente de Fecoval, José Luis Santa Isabel, ha querido trasladar a la sociedad la importancia de un urbanismo responsable y planificado, que sitúe la seguridad de las personas por encima de cualquier otra prioridad. Así lo ha expresado en la Universitat Politècnica de València (UPV), en el acto de presentación de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para reformar la actual Ley de Aguas.
La ILP, promovida por José Luis Belmonte y respaldada por colegios profesionales, asociaciones de afectados y organizaciones como Fecoval, arranca su camino con la recogida de firmas para llevar al Congreso de los Diputados una propuesta con un objetivo claro: que las infraestructuras hídricas no sean una promesa, sino una realidad ejecutada con criterios técnicos, dotación presupuestaria garantizada y vocación de servicio público.

La propuesta nace del profundo impacto que dejó la DANA del 29 de octubre, una catástrofe natural que se saldó con 220 víctimas mortales y que evidenció la falta de inversión real en actuaciones preventivas. Solo se ha ejecutado una cuarta parte de las obras incluidas en los planes quinquenales. Esta realidad, insostenible, obliga a repensar el modelo actual y situar en el centro la protección de la vida humana, la salud de las poblaciones, el patrimonio cultural y la actividad económica.
José Luis Santa Isabel ha sido claro en su intervención: “Las obras que buscan preservar la vida deben ser declaradas de emergencia.” Ha lamentado que la legislación vigente sitúe al medio natural por encima de las personas, cuando deberían existir mecanismos normativos para equilibrar la preservación ambiental con la protección directa de la ciudadanía.

Desde Fecoval han considerado urgente que la Ley de Aguas recoja de forma explícita la primacía de los derechos humanos y la seguridad colectiva, junto con la exigencia de que las decisiones técnicas en materia de infraestructuras sean tomadas exclusivamente por profesionales cualificados, al margen de intereses políticos coyunturales.
La jornada celebrada en la UPV ha reunido a expertos de diversas disciplinas —ingenieros de caminos, arquitectos, abogados, y representantes de asociaciones de víctimas— que han coincidido en la necesidad de un cambio estructural. Las infraestructuras no pueden seguir dependiendo de voluntades cambiantes ni de trámites eternos: necesitan visión a largo plazo, rigor técnico y compromiso institucional.
Desde Fecoval han reafirmado su compromiso con este tipo de iniciativas que, como la ILP para reformar la Ley de Aguas, impulsan un urbanismo más seguro, justo y preparado frente a los desafíos climáticos.